En este artículo, Cristina Puig reflexiona sobre el rumbo de Naciones Unidas hacia una reforma de sus operaciones para el mantenimiento de la paz. En un contexto de inestabilidad internacional y varios conflictos armados activos, las operaciones del mantenimiento de la paz de Naciones Unidas están recibiendo una atención añadida. Dada la inefectividad de operaciones pasadas, se está experimentando un creciente discurso que reclama una reforma en el diseño e implementación de las operaciones del mantenimiento de la paz.

No obstante, en ser estas competencias del Consejo de Seguridad, la reclamación de la reforma se extiende hacia este; atendiendo a las dinámicas de poder que dificultan el camino hacia una Organización con una representación más igualitaria que refleje las distintas realidades del multilateralismo.

El objetivo final así, radica en un cambio adaptativo al nuevo contexto internacional para afrontar de manera más efectiva sus crisis mediante la protección de los derechos humanos.

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Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, las opiniones de los ciudadanos rusos han mostrado contradicciones. Aunque al principio la mayoría respaldaba el conflicto, una parte significativa de la población se opone al régimen y enfrenta una creciente represión. De hecho, las encuestas realizadas en Rusia sobre el apoyo a la guerra han mostrado resultados mayoritariamente favorables, pero estos datos pueden no reflejar con precisión la realidad, ya que muchos ciudadanos temen las consecuencias de expresar su disidencia.

La represión no solo afecta a los adultos, sino también a los menores, quienes han sido perseguidos por adoptar posturas pacifistas. A pesar del apoyo generalizado, existen ejemplos de resistencia, como activistas y grupos de mujeres que protestan contra la movilización, lo que plantea serias preocupaciones sobre los derechos humanos en Rusia.

Este artículo de Irene Giménez Rodríguez-Losada reflexiona la importancia de celebrar el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, en especial en relación al maltrato social e institucional que sufren las personas más vulnerables ya que a pesar de los grandes avances que han habido, la pobreza sigue estando presente.

A lo largo del artículo se señalan los distintos problemas a los que se enfrentan como la aporofobia y las políticas que a menuda resultan ser ineficaces ya que en lugar de buscar erradicar la pobreza, tienen como fin buscar apoyo político y económico. La falta de acceso a la vivienda adecuada, educación y atención sanitaria contribuyen a la perpetuación de la pobreza en los sectores de la población que lo sufren, mientras que las políticas migratorias en muchas ocasiones criminalizan a aquellos que llegan a España en busca de una mejora de su vida.

Es por ello que es urgente abordas los problemas estructurales para garantizar la dignidad humana y cumplir con los compromisos de erradicación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Agenda 2030.

La 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas subrayó el compromiso de «no dejar a nadie atrás» como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. Sin embargo, los conflictos en el Medio Oriente, que ahora se han extendido a Líbano y otros países, plantean desafíos significativos, con millones de personas afectadas por la violencia y crisis humanitarias.

Las tensiones históricas, particularmente en torno a Israel y Palestina, han dado lugar a graves violaciones de los derechos humanos. A pesar de los esfuerzos de la ONU por proporcionar asistencia humanitaria y promover una solución de dos Estados, la complejidad de la situación sugiere que se requiere una acción internacional más integral.

Es fundamental priorizar la compasión y las respuestas equitativas para lograr la estabilidad en la región.

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En este artículo Adriana Monjas Alberdi trata como la Corte Penal Internacional, tribunal de última instancia para el enjuiciamiento de graves crímenes internacionales como el genocidio, los crímenes de guerra o los delitos de lesa humanidad, presenta una serie de desafíos en cuanto a la cooperación que los Estados deben otorgar y que es esencial para su funcionamiento, al no ejecutar siempre sus órdenes. Esto se hará por medio del análisis de 2 casos: el de Vladimir Putin en Mongolia y el de Omar al Bashir en Sudáfrica.

El pasado 17 de septiembre la Asociación para las Naciones Unidas organizó la jornada «Nuestro Futuro: Un pacto para la Acción» con la intención de contribuir como sociedad civil al debate de reflexión en la Cumbre del Futuro de Naciones Unidas, celebrada durante la Asamblea General de Naciones Unidas los pasados ​​22 y 23 de septiembre en Nueva York con el objetivo principal de reconstruir el multilateralismo como único sistema de gobernanza global capaz de enfrentar los retos del mundo actual.

En este sentido, la jornada contó con la participación de expertos en el ámbito de las Relaciones Internacionales, la Paz y Seguridad, Derechos Humanos y la Sociedad Civil, quienes expresaron sus opiniones en torno a los ejes principales del Pacto del Futuro: Desarrollo Sostenible, Paz y Seguridad Internacional, Juventud y Futuras Generaciones y por último, Transformación de la Gobernanza Global.

La jornada contó con el apoyo de la Generalitat de Catalunya, la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona y la colaboración de la Fundación «la Caixa».

Éste es el informe preparado por el equipo de ANUE con las conclusiones de la jornada.

Actualmente, estamos presenciando una situación internacional donde es recurrente la vulneración de derechos humanos, dándose en escenarios de violencia armada en varios conflictos. Hoy día 2 de octubre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia, y llega justo en un momento crucial para recordar que la violencia no es el camino hacia la resolución de un conflicto.

La razón de ser detrás de la creación de las Naciones Unidas fue construir un sistema de naciones que vejasen para una coexistencia pacífica y construir el camino hacia la cooperación internacional. El Capítulo 1 de la Carta de Naciones Unidas expresa en el Artículo 1.1 la responsabilidad para mantener la paz y seguridad internacionales, la cual se ve altamente amenazada por la existencia de la violencia; mientras que el Artículo 2.4 aboga por la abstención del uso de la fuerza. Es así como dentro de los propósitos y principios de la Carta se ve claramente como la violencia -aunque va más allá de la armada- no es el camino ni la salida hacia el establecimiento de la paz, sino que la pone en peligro.

Es así como desde Naciones Unidas se trata de difundir un mensaje de No Violencia; a través de la educación y la conciliación pública se trata de transmitir a la sociedad una cultura de paz, tolerancia, comprensión y rechazo a la violencia. Desde una connotación más política, la aversión a la violencia se trata del rechazo al uso de la violencia física para conseguir un cambio social o político. La difusión de la idea de ‘política de la gente común’ va ganando relevancia a causa de su aportación a la cultura de paz, en tanto que se basa en el respeto a la diferencia, el diálogo y la equidad. Asimismo, nacen alternativas al uso de la violencia, como la protesta y la persuasión, la no cooperación, y el intervencionismo no violento.

El rechazo al uso de la violencia ha ido aumentando progresivamente conforme al fortalecimiento de una comunidad internacional más concienciada y unida para la protección de la paz y seguridad internacionales. Se formalizó el compromiso con la causa con el establecimiento del Día Internacional de la No Violencia cuando el 15 de junio de 2007 la Asamblea General aprobó la Resolución 67/271 con tal de conmemorar este día. Esta resolución fue entendida como una reafirmación de los Principios de la Carta, recordando las alusiones a la persecución de la paz internacional; interrelacionando la democracia, el respeto a los derechos humanos, el desarrollo y la diversidad.

La elección del día 2 de octubre es un reconocimiento al aniversario del nacimiento de Mahatma Ghandi, líder del movimiento de la independencia de India y pionero de la filosofía de la no violencia. En tanto que a través de su discurso y su filosofía fue capaz de dirigir la India hacia el camino de la independencia mientras abogaba por el rechazo a la violencia, ha inspirado otros movimientos no violentos, que han seguido su legado. El compromiso con la lucha contra las acciones violentas que caracterizan su imagen política ha supuesto que desde Naciones Unidas se le brinde homenaje con la conmemoración de este día en su aniversario de nacimiento; como una muestra de agradecimiento a su labor en la construcción de un camino hacia el logro de una sociedad pacífica.

Resulta importante recordar los principios de las Naciones Unidas en tiempos donde la comunidad internacional está presenciando una tendencia en aumento en el uso de la violencia, no solo a nivel local sino interestatal. Resulta irracional la permisión del uso de la violencia como vía para conseguir una sociedad pacífica; se requiere una postura más firme de rechazo a la violencia y la promoción de alternativas con motivos pacíficos. No será sin una cooperación basada en el principio de la buena fe y con el uso de medios pacíficos como se alcanzará esa paz que motivó la creación de un sistema de Naciones Unidas.

Hoy, 1 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Personas de Edad.

Actualmente, estamos presenciando una principal tendencia demográfica a la población mundial: el envejecimiento. Las personas de la tercera edad, siendo estas de 65 años y más, suponen el 10% de la población; una tendencia en aumento—un 3% desde inicios del siglo. Además, se estima que este grupo demográfico aumente hasta el 16% en 2060, lo que significa que el número de personas de 65 años o más duplicaría el de niños menores de 5 años y superaría a la población total de jóvenes en el mundo. A pesar de esto, las personas de la tercera edad son uno de los grandes colectivos olvidados de esta sociedad. La desatención a sus realidades y necesidades es una forma de vulneración de sus derechos, y, por ende, debe ser afrontado desde Naciones Unidas como un desafío global. 

Las mejoras en las condiciones de vida se han visto reflejadas en el aumento de la esperanza de vida aunque no seguido por un aumento de la tasa de fertilidad, debido a factores como la estructura social, la prosperidad económica y la urbanización; contribuyentes a la reducción en el crecimiento de la natalidad. Es así como este envejecimiento de la población mundial conlleva una transformación social, hacia un futuro donde podrían surgir presiones fiscales y políticas exigiendo un cambio en las políticas e infraestructuras públicas, como los sistemas de atención sanitaria y de pensiones, así como la protección social de este colectivo más desatendido -los mayores.

Para abordar la situación, en 1982 se celebró la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento y adoptó el Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Más adelante, el 14 de diciembre de 1990, con la Resolución 45/106 de la Asamblea General de Naciones Unidas, se estableció que el día 1 de octubre sería considerado como el Día Internacional de las Personas de Edad. Tras esto, en 1991 la Asamblea General aprobó la Resolución 46/91 para adoptar los Principios de las Naciones Unidas para las personas mayores. En 2002, en la celebración de la segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento se siguió trabajando en la línea de responder al desafío del creciente envejecimiento de la población durante el siglo XXI; además de adoptar el Plan de Acción Internacional de Madrid, con intención de diseñar una política internacional para el envejecimiento.

Estos antecedentes nos llevan a la actualidad, donde se sigue haciendo frente a este desafío y se sigue conmemorando este día para subrayar la importancia de este colectivo. Este año, el Día Internacional de las Personas de Edad se centra en el tema “Envejecer con dignidad: reforzar los sistemas de atención y asistencia a las personas mayores en todo el mundo”. El objetivo es reforzar el sistema de atención y asistencia a las personas mayores, haciendo referencia a la atención sanitaria, los cuidados (remunerados y no) y el apoyo social; tal y como afirman las declaraciones del Secretario General António Guterres: “En este Día Internacional de las Personas de Edad, comprometámonos a reforzar los sistemas de cuidados y apoyo que respetan la dignidad de las personas de edad y las que prestan cuidados”.

En el acto de la 34ª conmemoración de este día -próximamente celebrado el 7 de octubre en Nueva York- se centrará el debate en las políticas, prácticas y legislación pertinentes para reformar estos sistemas. Es necesario abordar el envejecimiento de la población más allá de los factores demográficos, y centrarse en el bienestar social y económico de este grupo de la población que cuanto más envejece más desatendido está; se requieren reformas políticas e institucionales para afrontar la situación y que las personas de la tercera edad tengan sus derechos garantizados y sus necesidades cubiertas.

En este artículo de Irma Alibabić se ofrece una visión general de los desafíos que enfrentan el personal de la ONU en Yemen y Palestina, centrándose en las desapariciones forzadas, las restricciones a la movilidad y los ataques a los convoyes de la ONU.

Se enfatiza la necesidad apremiante de proporcionar asistencia humanitaria sustancial en ambas regiones, considerando las significativas bajas civiles y el desplazamiento generalizado.

Además, plantea las preocupaciones respecto al cumplimiento de los principios de la ONU por parte de las autoridades pertinentes y subraya la urgente necesidad de garantizar la responsabilidad y el respeto por los estándares legales internacionales en la resolución de estas cuestiones.

En el presente artículo, Carla Riera reflexiona de forma crítica sobre las Jornadas de Acción previas a la Cumbre del Futuro, enfatizando los patrones de exclusión que aún persisten hacia la juventud, las voces disidentes y las comunidades tradicionalmente oprimidas en la esfera internacional, así como la omisión intencional de ciertas crisis globales. De la misma manera, subraya la importancia de ser coherentes y estar a la altura de los objetivos fundamentales de las Naciones Unidas: el Pacto por el Futuro no puede ser una excusa para la inacción en el Presente.

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