21 marzo, 2023

DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN RACIAL

¿Cuál fue el detonante para que se dedicara un día a la eliminación de la discriminación racial?

El 21 de marzo de 1960, durante una manifestación pacífica contra una ley que incrementaba la situación de apartheid en Sharpeville, Sudáfrica, la policía mató a 69 personas. Seis años después, la Asamblea General de la ONU proclamó el 21 de marzo como día internacional de la eliminación de la discriminación racial. Aunque el antecedente histórico de la proclamación de este día sea un evento ligado con el apartheid y la discriminación por raza, la ONU insistió en que la mirada debe estar puesta hacia la eliminación de cualquier forma de discriminación.

Aún siendo un objetivo complejo, los países fueron avanzando hacia el reconocimiento de la igualdad de cualquier ser humano ante la ley. España adoptó diversas medidas, entre ellas: tipificó los delitos de odio; intenta fomentar la integración de los extranjeros en España mediante la ley orgánica 4/2000 de 11 de enero y también intenta reducir la discriminacion en las áreas de la educación, el empleo, el deporte y la libertad religiosa. Por ejemplo, el estatuto de trabajadores, en uno de sus primeros artículos, explicitan el derecho de los trabajadores a no ser discriminados, ni en el empleo ni una vez empleados. Pone de manifiesto también que la discriminación sufrida puede ser tanto directa como indirecta, reconociendo entonces que puede haber formas más sutiles de discriminación. Así, por ejemplo, no va a ser posible adoptar medidas, dentro de una empresa, que estén aparentemente dirigidas a todas las personas trabajadoras, pero que en la práctica estén dirigidas solamente a un determinado colectivo, con tal de excluirlo, ofreciéndole un trato diferente sin justificación lícita alguna.

La discriminación surgió en nuestra sociedad y, por consecuencia, la estructura de la sociedad se fue construyendo sobre bases erróneas, consolidando el racismo a nivel institucional. Para erradicarlo, no podemos contar solamente con las instituciones estatales, sino que es necesario que cada uno actúe individualmente. El derecho a la igualdad ante ley debería comprender también un deber explícito, por parte de todos y todas, a actuar para alcanzar esa igualdad. Entender que los derechos de los demás a recibir un trato igualitario conlleva un deber, por parte de cada uno, de actuar en defensa de ese derecho es, tal vez, el primer paso para erradicar la discriminación racial.

Al lado de los actos que cada uno tiene que realizar, hay que tener en cuenta también el rol del lenguaje. Lenguaje e ideas están estrechamente entrelazados y no va a ser posible reducir la discriminación sin modificar el lenguaje. Dar el justo peso a las palabras puede ayudar a erradicar una forma de pensar que, inevitablemente, se concreta en actos discriminatorios.

El día internacional para la eliminación de la discriminación racial es un momento para renovar este propósito y para preguntarse si, a nivel individual y de comunidad, fuimos avanzando hacia la meta. Por otro lado, como todos los días internacionales, este día no puede ser el único momento para reflexionar sobre este fallo de la sociedad.