17 enero, 2022
La región etíope de Tigray al borde del desastre humanitario: no hay alimentos ni financiación
14 de enero 2022. Ayuda humanitaria
Ningún convoy humanitario de la ONU ha alcanzado Mekelle, capital de Tigray, desde mediados de diciembre. En estos momentos ya no restan provisiones para tratar a niños y mujeres desnutridos. Esta semana se agotará también el abastecimiento de cereales, legumbres y aceite.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció que la asistencia alimentaria en el norte del país sería interrumpida en breves debido a los violentos combates que se están produciendo, los cuales impiden el suministro de víveres o la llegada de combustible.
Esto ha provocado que ningún convoy del PMA haya podido alcanzar la capital de esta región de Etiopía desde mediados de diciembre. Los alimentos ricos nutritivamente para el tratamiento de niños y mujeres desnutridos se han agotado, y las últimas provisiones de cereales, legumbre y aceite se distribuirán esta semana.
El director regional del Programa para África Oriental, Michael Dunford, afirma que la cuestión ahora se basa en “elegir quién pasa hambre para evitar que otra persona famélica muera”.
Unos 9,4 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, tras el impacto de un conflicto que persiste durante más de un año. Esta cifra representa un aumento de 2,7 millones respecto a cuatro meses atrás, y es la más alta registrada hasta ahora.
Michael Dunford, director regional del Programa para África Oriental, remarcó que “con el objetivo de establecer corredores humanitarios seguros, que conecten las zonas afectadas del norte de Etiopía, necesitamos la garantía de las diferentes partes involucradas en el conflicto».
“La falta de alimentos y combustible ha limitado nuestra respuesta al 20% de las personas únicamente”. Nos encontramos al borde de un desastre humanitario”, afirma el dirigente regional del Programa para África Oriental.
Las provisiones de la Agencia tienen como objetivo la distribución de asistencia alimentaria a 2,1 millones de personas en Tigray; a 650.000 habitantes en la región de Amhara y a 534.000 en Afar.
La falta de recursos dificulta el trabajo del PMA
El Programa alerta que no restarán suministros de alimentos y nutrición para millones de personas en Etiopía a partir del próximo mes, debido a una falta de financiación sin precedentes.
Por ello, la agencia ha solicitado 337 millones de dólares adicionales para suministrar asistencia alimentaria de emergencia en el norte del país y 170 millones para aquellos que sufrirán las consecuencias de la sequía en la región somalí en los siguientes seis meses.
Ataques aéreos en Tigray pueden constituir un crimen de guerra
La Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos se expresó consternada debido a “múltiples y preocupantes” informes de víctimas civiles y la destrucción de bienes públicos debido a los bombardeos aéreos.
Liz Throssell, portavoz de la oficina, pidió a las autoridades del país y a los aliados que garantizaran la protección de civiles e infraestructuras, según indica el derecho internacional.
“Todos los ataques, incluidos los aéreos, deben respetar los principios de distinción, proporcionalidad y precaución. Las partes en conflicto deben tomar las medidas necesarias para verificar que los objetivos son militares y proceder a su suspensión si el objetivo no es de carácter militar o el ataque sería desproporcionado. Si no se cumplen los principios de distinción o proporcionalidad representaría un crimen de guerra.”
La portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU mostró su preocupación por las continuas detenciones y encarcelamientos arbitrarios que se han producido en el contexto del estado de excepción.
Sin embargo, también reconoció la reciente liberación de varias personas de la oposición, que llevaban varios meses detenidas y expresó inquietud por los centenares que están detenidos indefinidamente “en condiciones deplorables y sin comparecencia ante un tribunal de justicia o de otro tipo para revisar los motivos de la detención”.
Fuente: ONU Noticias// Autora: Noelia Gómez Bosqued, estudiante de prácticas en ANUE