22 marzo, 2022
Día mundial del agua
Hoy 22 de marzo se celebra el día mundial del agua, que además de ser un elemento fundamental para la vida y para el desarrollo sostenible, se trata de una cuestión de derechos. El desarrollo del ser humano, la adaptación al cambio climático, la reducción de enfermedades y la consiguiente mejora de la salud, tienen un estrecho vínculo con el agua y las tareas de saneamiento de la misma. Varios estudios de UNICEF, UNESCO y de la OMS de los años 2019 y 2020 muestran unas cifras alarmantes al respecto. Uno de los datos más destacados es que más de la mitad de la población, es decir, 4.200 millones de personas, carecen de servicios de saneamientos gestionados de forma segura. Lo cual nos lleva a entender por qué el 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin se tratadas o reutilizadas. Además 2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potables gestionados de forma segura.
Todo esto sumado a la evidencia de que la escasez de agua podría desplazar unos 700 millones de personas para el año 2030, demuestra que aún queda mucho trabajo por hacer para llegar a cumplir el sexto punto de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles para 2030 que se titula: “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”. Y es que además de tener como objetivo garantizar el acceso universal al agua potable, también plantea lograr el acceso a servicios de higiene y saneamiento de forma equitativa, minimizar el vertido de químicos, asegurar el abastecimiento de agua dulce, implementar la gestión integrada de los recursos hídricos a todos los niveles, proteger los ecosistemas relacionados con el agua, ampliar la cooperación internacional para crear programas relativos al agua en países en desarrollo y fortalecer la participación de comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento.
Volviendo al tema sanitario, cabe destacar que cerca de 2.000 millones de personas en todo el mundo dependen de centros de atención de la salud que no cuentan con servicios básicos de agua. Hablando de estos mismos centros, dos de cada cinco no disponen de jabón y agua ni de desinfectante de manos. Y esto se explica ya que, según otro informe de Naciones Unidas, 2.000 millones de personas viven en países que sufren escasez de agua. Y los problemas, evidentemente, no se limitan a los centros de salud, sino que 3.000 millones de personas en el mundo carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos en el hogar. Y estas cifras son más preocupantes de lo que imaginamos, pues según la OMS, la higiene de manos salva vida ya que es una de las acciones más efectivas que se pueden llevar a cabo para reducir la propagación de patógenos y para prevenir infecciones. El mal estado del agua también tiene relación con la mortalidad infantil, es decir, casi 300.000 niños menores de cinco años mueren cada año debido a enfermedades diarreicas causadas por las malas condiciones sanitarias o por consumir agua no potable. En este ámbito también hay que mencionar que, especialmente, las mujeres y las niñas deben tener acceso a instalaciones de saneamiento que se encuentren limpias y en buenas condiciones por varios motivos. Entre los que se encuentran garantizar un respeto a su privacidad, permitir que cuiden de su menstruación y asegurar que cuenten con una maternidad digna y segura.
Por otro lado, en lo que se refiere al cambio climático, un informe de la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) concluye que el 90% de los desastres naturales están relacionados con el agua y otro informe del programa Shared Waters Partnership destacó que alrededor de dos tercios de los ríos transfronterizos del mundo no tienen un marco de gestión cooperativa. Por último, un estudio de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura demostró que la agricultura representa el 70% de la extracción mundial de agua. Lo cual demuestra que el tema del agua es transversal y afecta a muchas esferas de la vida y que, por lo tanto, hay que aplicar medidas con carácter urgente que aseguren su correcta distribución y garanticen un buen saneamiento de la misma.
Es por este motivo, que la Asamblea General de Naciones Unidas reconoció el Derecho Humano al agua y al saneamiento en julio del 2010. Este reconocimiento implica que cada uno de los seres humanos del mundo deben tener acceso a entre 50 y 100 litros de agua al día, que es lo que se estipuló como la cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal. Además, este acceso debe ser seguro, aceptable y asequible, lo que traducido en cifras significa que el coste del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar. Y, por último, otra característica es que debe ser accesible físicamente, es decir, que la fuente debe estar a menos de 1.000 metros del hogar y el tiempo de recogida no debe ser superior a los 30 minutos.
Autora: Carol Gramunt, periodista y estudiante del Máster en Periodismo Internacional.