28 septiembre, 2021

La electricidad llega a una islas remota de Indonesia gracias a una defensora medioambiental

Para millones de habitantes de las zonas más remotas de Indonesia, la normalidad consiste en un suministro de electricidad errático durante 12 horas al día. Los alumnos estudian a la luz de las velas por la noche y los centros de salud no funcionan a pleno rendimiento, por lo que estas comunidades se enfrentan a una ardua lucha para mejorar su bienestar.

Sin embargo, esto podría cambiar como resultado de una iniciativa lanzada por la ONU en la que un grupo de indonesios, pertenecientes a la agrupación de “patriotas energéticos”, pretenden fomentar el uso de recursos energéticos limpios para que el acceso a la sanidad, la educación y el desarrollo económico de las zonas rurales, mejore.

Entre ellos encontramos Ristifah, una ecologista de 29 años, que colaborará en un proyecto de energía limpia del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Esta iniciativa tiene como objetivo la instalación de paneles solares en algunas de las islas más remotas de Indonesia durante cinco años.

Ristifah, que creció en una aldea rural, vivió de primera mano cómo les afectó la limitación del suministro eléctrico; dice: “sólo teníamos tres horas de electricidad al día.”

El hecho que no pudieran cargar sus teléfonos móviles y no tuvieran acceso a internet les hacía sentir aislados del resto de Indonesia.

De momento, Ristifah y sus compañeros van a vivir un año en los pueblos que les han sido asignados, mientras se prepara la infraestructura que generará la energía solar.

Sus tareas consistirán en ayudar a la comunidad a determinar las tarifas de la electricidad, a servir de enlace con los contratistas, a reclutar operadores y técnicos, y ayudar a los proveedores locales de servicios de energía renovable a gestionar las nuevas centrales eléctricas.

Urge contar con energía limpia

Para un país que cuenta con la cuarta mayor población del mundo, el hecho de tener acceso a energía limpia es imprescindible. El rápido desarrollo económico del país ha permitido que millones de personas salieran de la pobreza, pero a la vez ha causado un aumento de la demanda de electricidad.

Hay alrededor de 30 millones de personas que aún no disponen de un acceso adecuado a la electricidad, un dato preocupante si tenemos en cuenta que el país tiene 267 millones de habitantes; a pesar de que el gobierno se ha comprometido a eliminar todas las centrales eléctricas de carbón.

Ristafah y sus compañeros supervisarán la instalación de plantas de energía solar de 1,2 megavatios que abastecerán de electricidad a unas 20,000 personas que viven en aldeas remotas. A pesar de que esto representa una parte pequeña de las necesidades totales de Indonesia, el programa ayudará al desarrollo en zonas rurales.

Ristifah sueña que todas las casas de la comunidad tengan luz

Indonesia es el mayor archipiélago del mundo con 17,000 islas repartidas en tres husos horarios diferentes, y en una significante parte de estas no alcanza la red eléctrica nacional.

El pueblo de pesquero de Muna, en la provincia de Sulawesi, al sureste del país, es donde trabaja Ristafah y este depende notablemente de generadores de combustible para conseguir su electricidad.

Sin embargo, los transformadores son insuficientes para cubrir las necesidades de las comunidades. Además, los humos tóxicos generados por estos aparatos pueden causar efectos negativos en la salud, como enfermedades respiratorias y cáncer.

Si se contara con un suministro de electricidad rural más regular habría un mayor desarrollo económico, ya que los habitantes de aldeas remotas como Muna contarían con más recursos y habría oportunidades para un mayor desarrollo económico.

Ristifah se trasladará a 1500 km de su hogar en Java, la isla más poblada de Indonesia, donde se ocupará de gestionar la energía en Muna. El hecho que tenga la oportunidad de mejorar la vida de sus compatriotas hace que ese sacrificio merezca la pena, afirma.

“Espero servir como ejemplo para que más niñas consigan una educación superior”, dijo. “Sueño con el día en que todas las casas resplandezcan con la iluminación instalada en la comunidad y que los niños puedan tener un futuro mejor.”

Según la Coordinadora de la ONU residente en Indonesia, Valerie Julliand, esas luces centelleantes contribuirán a una reducción de las desigualdades entre los indonesios de todo el país.

Debido a las diferencias de acceso a la energía, se han creado diferencias importantes en el nivel de desarrollo entre las zonas urbanas y las rurales, afirma Julliand.

La Coordinadora Residente destacó que el trabajo llevado a cabo por los “patriotas energéticos” servirá para garantizar “que las comunidades puedan participar en el desarrollo de importantes proyectos de infraestructuras que afectan a sus vidas”, y que “puedan contribuir en gran medida a solucionar la desigualdad entre las zonas urbanas y rurales.”

Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el Objetivo 7 se focaliza en promover el uso de fuentes de energía sostenibles; concretamente en garantizar el acceso a una energía asequible, segura y sostenible, que pretenda agilizar el acceso a la electricidad en los países más pobres, mejorando así su eficiencia energética y las fuentes de energía renovables.

Según la asesora principal del Programa Estratégico de Energía Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Indonesia, Verania Andria, el proyecto enfatiza “la importancia de nuestro principio de no dejar a nadie atrás a medida que Indonesia avanza a pasos agigantados hacia el desarrollo económico”.

Andria añadió que el trabajo de los “patriotas nos demuestra que se pueden iniciar proyectos de desarrollo energético rural inclusivos y sostenibles que podría replicarse en comunidades rurales en todo el mundo”.

ACCESO a la energía

El Proyecto Acelerar la Energía Limpia para Reducir la Desigualdad (ACCESS) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se implementará durante cinco años y tiene el apoyo financiero de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea. La iniciativa ha apoyado a 23 jóvenes a incorporarse al programa de energía limpia del Ministerio de Energía y Recursos Minerales de Indonesia.

Fuente: UN News